La normalidad

Lo que tenía que ser normal e intranscendente en cualquier país del mundo, en España se convierte en un espectáculo dónde los políticos de talla provinciana y los analfabetos elevados a correctores del sistema político manifiestan el fracaso de su modelo de estado.
Unos militares españoles en un ejercicio de maniobras (para los que no lo sepan son muy habituales por la geograía española) izan una bandera española al culminar el pico de mayor altitud del País Vasco, el Gorbea.
Este hecho tan repetido y de tan escasa transcendencia por ocurrir dentro de las fronteras de España se convierte en un cruce de declaraciones y "actos de desagravio" de estrechos de mente que en un ejercicio de automasturbación manifiestan alergía antiespañola. Increíble dada la manifiesta gravedad de los problemas (paro, crisis económica, subida de impuestos, crisis energética, etc) que acucian a los españoles de a pie.
Por otro lado nadie les ha debido explicar que sus abuelos, que sus antepasados a los que ellos nombran "gudaris" (sic!) lucharon por España con la boína roja o con el credo liberal, lucharon en nombre del Deseado rey Fernando contra el pérfido francés, lucharon por la España de los reyes Habsburgo, antes con Castilla y ya casi perdida la memoria histórica por los miles de años contra el invasor sarraceno.
Cómo debería ver el señor Urkullu y sus adláteres siempre dentro de un proyecto común llamado España, a pesar de que el actual e insolidario estado de las autonomías les haya enseñado a pedir y a despreciar el pasado que solo los últimos 30 años han podido reescribir y reinterpretar a su antojo. Y no solo ellos...