miércoles, 27 de abril de 2022

Luces y Sombras de la Semana Santa 2022

LUCES Y SOMBRAS DE LA SEMANA SANTA DE CIUDAD REAL 2022


Hacia una nueva vieja Semana Santa


Hemos vuelto. Tras una espera eterna, tras el dolor, tras la oración y por ella. La esperanza, guardada durante el período más largo sin pasos en la calle desde la Guerra Civil, se hizo presente. Y las cofradías estaban allí. Y lo estaban porque las hermandades no dejaron de trabajar y vaya mi primer reconocimiento a todos esos cofrades ciudadrealeños que no han dejado de restar tiempo a su vida para ofrecérsela a otros. Desde los que hacían su aportación económica callada, hasta los que estaban en primera línea ayudando. Sin olvidar a esas juntas de gobierno que no han desfallecido.

Y esta quiere ser mi primera intención. En un mundo plagado de “ofendiditos”, en medio de una cultura de la cancelación y de la falta de comprensión lectora, quiero verter mi opinión de manera libre. Reconocer el esfuerzo y hacer una crítica constructiva ofreciendo soluciones. Luego la gente es libre, las hermandades soberanas y el Señor todo sabiduría para iluminar.

También habrá, ya lo hay, que me ponga verde sin ser capaz ni de decírmelo a la cara. Pero aquí estoy para debatir educadamente con espíritu cristiano y conciliador. Quien tenga oídos que oiga.


Hace más de dos años que la Semana Santa no lucía en esplendor. Y cabe preguntarse si para algunas de las cofradías han sido dos años perdidos. De las 24 hermandades casi la mitad se encuentran en una situación de languidez casi permanente. 

¿Quizá sea el momento de avanzar hacia otro modelo de Semana Santa? 

Eso es seguro para aquellas hermandades que:

  1. No desarrollan cultos a sus Titulares o se encuentran “de prestado” en lugares que no favorecen ni actos devocionales, ni su propio cuidado y conservación.
  2. No desarrollan apenas actividad durante el año.
  3. No ejercen una práctica catequesis pública en su estación de penitencia.

Si la respuesta es afirmativa a cada una de estas frases hay dos opciones:

  1. Disolverse
  2. Cambiar radicalmente la situación



Los traslados: la pequeña Semana Santa. Viejas y nuevas vísperas.


Uno de los actos que edifican el significado de hermandad, que dignifican el culto y que ponen de manifiesto el fin catequético de una corporación es el Traslado Solemne de sus titulares. En Ciudad Real son aún pocas las hermandades que realizan este acto no siempre bien entendido y, a veces, peor explicado.

Aún así, un acto de este cariz debe convertirse en un hecho valorado y que nos ha dejado a los fieles estampas únicas y ejemplares. Quiera Dios que sean más, que extiendan la devoción y que señalen los días venideros de la Pasión, Muerte y Resurrección con su carácter penitencial. 

Y lo mismo para los Vía Crucis con Titulares a los que las hermandades y la propia Asociación han renunciado tristemente.

Hagamos visible en la calle al Señor y su Madre. Y cuanto más mejor.

Las vísperas han de brillar más allá de la maravilla del Nazareno y la lección perchelera.





Las notas de las cofradías


Este año valoraré el conjunto con sus luces y sombras. Agruparé de forma común hechos que comparten una valoración que, en cuanto personal, también pulso en la calle. Entre muchos cofrades a pie que me comentan, me sugieren y me animan a analizar.


SOBRESALIENTE


-Los pasos nuevos: Nazareno, Piedad, Flagelación, Descendimiento, Penas, Borriquita, Medinaceli, Huerto… sin duda se van a convertir en referente, en altares andantes. Cada uno con su personalidad, detalles, estilo e iconografía. Hay Semanas Santas de interés turístico internacional a la que ya les gustaría tener los pasos de Ciudad Real.


-Los exornos florales y los cuerpos de priostía. Los ha habido extraordinarios como el de ambos pasos del Prendimiento, muy detallistas como las Angustias y, en general, muy correctos.


-Los cambios de Descendimiento, Angustias y Soledad. Aunque con camino todavía por recorrer son una evolución a mejor. Cofradías que han hecho coincidir el espíritu de su estación de penitencia con el instante pasional representado. Hay que seguir mirando adelante pero el trabajo ya hecho es sensacional.


-El Domingo de Resurrección. Se pueden tener muchos tipos de resucitado pero que sean una talla procesional. La procesión del Resucitado brilló con luz propia. Con dos pasos bien llevados y con un broche más que digno que también puede y debe seguir creciendo.


-Tres bandas: Santo Tomás, Elevación de Criptana y Pasión de Linares que han dejado el listón musical muy alto. Y le damos el áccesit a los Coloraos de Daimiel que se mantienen, también a un buen nivel.





NOTABLE


-La carrera oficial. Se ha consolidado y es un hecho positivo que organiza y otorga orden al discurrir de las cofradías. Se puede mejorar en algunos aspectos que las hermandades tendrán que analizar pero sin renunciar a un avance como este.


-Los cortejos que siguen o mantienen una línea ascendente: Prendimiento, Flagelación y Nazareno ocupan este año el podio por orden, progresión y seriedad. Luego encontramos un grupo numeroso que puede ser referencia en un futuro: Penas, Esperanza, Piedad y Soledad. Y otro grupo numeroso que ha progresado positivamente: Coronación, Descendimiento y Angustias.


BIEN


-El público. Mucho más numeroso que en otras Semanas Santas. A pesar de ello tiene que aprender a ver y buscar cofradías. A ver, porque aún es capaz de aplaudir levantás de Cristos muertos o saetas en hermandades de negro. A buscar, porque las cofradías no se ven, únicamente, tras una valla comiendo pipas.


-El andar de la mayoría de pasos. Aunque algunos pasos, en especial con misterios que pueden andar más en largo, discurren en demasía lentos y otros abusan de saludos. En ambos casos sufriéndolo el nazareno de fila. Los palios, en general, muy bien andados. Con elegancia, prestancia y sensibilidad.





APROBADO


-Cuerpos de acólitos. Las hermandades siguen haciendo un esfuerzo loable por dignificar su paso con cuerpos de acólitos. En algunos casos se estrenaban ceriferarios como en el Huerto. Pero los acólitos deben mejorar en su presencia, estética y, sobre todo, formación. A ello no debe ser ajeno el consiliario y pueden solemnizar cultos importantes en la parroquia y la hermandad. Para ello la formación es irrenunciable. Saber y conocer aspectos litúrgicos. El qué y el porqué.





SUSPENSO


-El Lunes Santo. Sigue siendo un día perdido para cofradías. Una posible solución a la nefasta distribución de hermandades en los días pasionales de Ciudad Real. El Via Crucis se mantiene inalterable. El Cristo de la Buena Muerte podría ir portado en unas andas pequeñas para que el fiel pudiese observarlo al meditar las estaciones. Creo que el Cristo de la Piedad puede prestarlas y dignificar la presencia del Señor. Vía Crucis al Sábado de Pasión como meditación previa a las estaciones de penitencia de nuestra Semana Santa.


-Pasos con la candelería apagada. Algunos, como el misterio de la Coronación, sin una sola luz al paso por la Plaza Mayor. Hay que cuidar detalles tan importantes en plena carrera oficial.


-El Viernes Santo por la mañana. Es sin duda el lunar de nuestra Semana Mayor. Con la excepción del Huerto el resto de cortejos son mínimos, con escasez de enseres y atributos. El problema estriba en que estas corporaciones no realizan cultos a sus Titulares y no tienen apenas vida. La Misericordia presentó este año el paso magníficamente exornado pero la cofradía debe ser mucho más que un paso. ¿Por dónde pasa la solución? Personalmente he defendido el cambio de día de alguna o algunas de estas corporaciones nazarenas. Especialmente al Lunes Santo en que tendrían la ciudad para ellas solas. Pero también pasa por revitalizar estas hermandades, incorporar a la juventud, tener proyectos ilusionantes. Y mientras eso pasa pueden acabar con el horrible recorrido del Viernes por la mañana cambiándolo por el del Nazareno el Domingo de Pasión o el de la Soledad…


-El Santo Sepulcro. Una lástima que tiene difícil explicación. El centro de la procesión oficial que presento la imagen más pobre, mutilada y triste en años. Trabajo durante todo el año, previsión y compromiso para salir de una crisis sin precedentes.


-Jugar a pasitos. Para incorporar a la infancia y la juventud a la vida de hermandad se hacen muchas actividades. El dar la responsabilidad de sacar un paso pequeño y sencillo a la calle es maravilloso pero fuera de la Semana Santa. En nuestra Semana Mayor pasos de escasa o nula calidad, el desvirtuar el paso del Titular o Titulares principales de la cofradía o el acumular aún más retrasos para el cortejo y el nazareno de fila, hacen de estos pasitos algo prescindible. Algo que sería, en cambio, muy acertado en tiempo de glorias y supondría el hecho de dar continuidad a la vida de hermandad más allá de la propia Semana Santa en la que los Titulares que representan la Pasión, Muerte y Resurrección deben ser el centro. 


-El Silencio. Un lento declinar. Y no parece tocar fondo. Este año había depositado muchas ilusiones con el nuevo cuerpo de capataces que tan espléndida labor hace en otras cofradías. Pasito nuevo y la Virgen a ruedas. ¿Por qué no subimos a la Virgen en el pasito nuevo? ¿O hacemos un Stabat Mater con el Cristo? ¿O tenemos un plan b con andas pequeñas visto que el proyecto actual peca de excesivamente ambicioso? ¿Por qué ya bajamos de 300 nazarenos cuando en mi juventud se superaban los mil? ¿Por qué no adelantamos la hora de salida sin perder el carácter del Silencio? ¿Y el recorrido? ¿De verdad lo único que modificamos es dar la vuelta por la plaza de la Diputación? ¿Y la catequesis en la calle? Yo no soy hermano pero si lo fuese aportaría estas ideas u otras. Pero me dolería (me duele) enormemente ver el bajón continuado de mi hermandad.


-El Jueves por la Tarde. Sus retrasos hacen que ver el discurrir de las estaciones de penitencia sea una tortura. Tiempos de paso elevadísimos para cortejos irrisorios. Y una hermandad que va al margen de las demás. Pues si la baraja ya está rota. Que se rompa del todo.



Que el Señor nos ayude. Que el próximo año tengamos la fuerza, el coraje y la valentía de seguir haciendo catequesis en la calle. Que Cristo y su Santísima Madre nos guarden a todos. Y que un día no muy lejano podamos hacer estación de penitencia a la S.I.B. Catedral. A los pies de la Santísima Virgen del Prado y con la rodilla en tierra, postrados ante el Santísimo. Verdad y fin de todo cristiano en este valle de lágrimas.


Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.


Nos mudamos

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