La
Pascua ha llegado inexorable. Cristo ha resucitado. Y debemos
analizar lo que las hermandades y cofradías de Ciudad Real nos han
ofrecido. La herramienta que suponen para la evangelización. Y, en estos convulsos tiempos cofrades, si somos testimonio evangélico y
asociaciones de fieles útiles.
Por
desgracia el análisis meramente cofrade es triste. Supone un
estancamiento muy similar al de años anteriores. Con el agravante de
que surgen nuevos desafíos y la mayoría de hermandades no trabajan
para ofrecer algo más o, simplemente, una imagen de evolución.
Pero
quedémonos con lo POSITIVO. En primer lugar el esfuerzo y sacrificio
de la mayoría de los cofrades. De esos que dan parte de su tiempo,
de su trabajo y de su tranquilidad para la causa de Cristo. Y, en
numerosas ocasiones, contra viento y marea. Frente a una sociedad
laicizada y beligerante contra todo lo religioso, frente a un
ambiente hostil al cristianismo dónde los mártires por la fe en el
Dios que pasea por nuestras calles vuelven a ser triste realidad. A
todos ellos, todos nosotros, fe y fuerza. Son tiempos de zozobra.
Y me
voy metiendo en arena cofradiera. Porque ese es nuestro carisma.
No
voy a hacer una análisis pormenorizado día por día y hermandad por
hermandad como otros años. No lo haré porque es repetir el esquema
de otros años ya que, lamentablemente, se repiten las mismas
tendencias incluso agravadas (Titulares que no procesionan, pasos que
quedan en los templos y otros tristes sucesos).
Me
voy a quedar con los aspectos destacables y positivos. Lo que serían
los ejemplos a seguir y luego reflexionaré sobre lo que en MI
OPINIÓN son algunas de las SOLUCIONES que se pueden desarrollar.
Como
otros años quiero señalar que éstas valoraciones en voz alta son
mías pero creo que representan a muchos cofrades de Ciudad Real. No
pretendo nada más que hacer reflexionar, especialmente a muchas
Juntas de Gobierno y cofrades de a pie, acostumbrados a no hacer
ninguna autocrítica, guardar las insignias y hasta el año que
viene.
LO
MÁS POSITIVO
Prácticamente
podemos destacar cada día imágenes positivas. Hechos que indican
que hay corporaciones que trabajan durante todo el año. Y el
resultado se ve en la calle.
Pudimos
disfrutar de dos grandes procesiones de VÍSPERAS. Con nutridos y
ordenados cortejos, mucha gente en las calles, recorridos
racionalmente planteados y horarios muy correctos. Además el tiempo
de paso de las procesiones de vísperas da la posibilidad de poder
admirarlas en varios puntos de su recorrido. Algo que no pasa durante
la Semana Santa.
Tanto
Nazareno como Perchelera fueron muy bien exornados. Y correctamente
portados. Personalmente la Dolorosa de Santiago me pareció que abusó
de los cambios en algunas partes del recorrido. Pero otras chicotás
fueron sensacionales (entrada a Plaza de Santiago con Amarguras).
El
estreno de La Pasión de Linares nos dejó un gran nivel que no
desmerece de A. M. Virgen de los Reyes de Sevilla. Con nuevas y
excelentes armonizaciones con un sello propio que habrá que seguir
en años venideros.
El
DOMINGO DE RAMOS puso de manifiesto la madurez de una cofradía como
el Prendimiento. Con un largo cortejo, ordenado y completo en cuanto
a insignias (como debe ser por otro lado). Con el paso que estrenaba
original exorno. Más alejado de los patrones clásicos pero
manteniendo una excelente factura. El paso andando muy bien como nos
acostumbra. Me gustó especialmente de recogida por el barrio. Sólo
le pongo una pega a la hermandad (ya lo analizaré más adelante) y
es el elevado tiempo de paso (casi 45 minutos en Paseo Carlos Eraña) algo
que, en ocasiones, se deriva del abuso en los saludos.
La
Borriquita mantiene su tendencia a la mejoría. Con carencias en el
cortejo pero suponiendo, ahora sí, un digno pórtico para nuestra
Semana Santa.
La
Coronación de Espinas la vi andando más correctamente que otros
años. El misterio mejor exornado. El palio con corrección. Pero una
cofradía es algo más que dos pasos. De hecho la figura del nazareno
ha de ser la central para cualquier corporación nazarena.
El
LUNES SANTO. Asistí al Via Crucis Penitencial. Consciente de que
éste día es una oportunidad para muchas cofradías que saturan
Jueves y Viernes Santo. Cofradías que podrían revitalizarse y
encontrar su hueco. El Via Crucis el Lunes, después de que hayan
salido cofradías, pierde parte de su sentido. Sentido que es de
preparación para meditar los misterios de la Pasión del Señor que
recorrerán nuestras calles.
El
MARTES SANTO destaca por el hacer de una cofradía de silencio como
es la de Las Penas. Algo que en Ciudad Real se ignora por parte del
público que rompe el espíritu penitencial con palmas y voces. Pero
ahí está el gran cortejo de una hermandad pequeña y humilde. El
orden y la ejemplaridad. Con un recorrido sin pretensiones y
racional. El exorno clásico y cuidado. Y el estreno de los
candelabros a imagen de los antiguos nazarenos.
Pude
ver a la Esperanza que apunta buenas maneras, con una personalidad
muy definida en el palio y que no debe mirar a nadie más que a sí
mismos y a quien llevan encima que es la Esperanza del Barrio del
Pilar. Progresa muy positivamente.
El
MIÉRCOLES SANTO es sinónimo de Bondad y Consuelo desde hace muchos
años. Y seguimos viendo un gran cortejo, ordenado, con las insignias
que ha de llevar una corporación nazarena. Con unos pasos que siguen
siendo señeros en cuanto a su forma de andar. Desde mi opinión el
palio que mejor anda de la ciudad. Por poner una pega que va a ser
crónica para nuestra Semana Santa (poca cofradía se salva) el
elevado tiempo de paso. Pero La Flagelación sigue siendo espejo para
muchas otras hermandades.
Del
Silencio no voy a opinar. El cúmulo de despropósitos es muy
elevado. Y la imagen muy triste. Haré referencia a ella en lo que
para mí son soluciones que pasan por:
1)
Cambio de horario
2)
Cambio de recorrido
3)
Dignificación de la túnica nazarena
4)
Supresión o sustitución (a vísperas) de la procesión del Martes
El
JUEVES SANTO me quedo con la imagen de la hermandad del Nazareno en
la calle. Con el mejor y más nutrido cortejo del día. Con lo
sobrecogedor del silencio y orden. Y lo ágil en el discurrir con
meditaciones y misereres incluidos. Excelente.
Por
la tarde existen muchas carencias. Destaco lo bien andado del palio
del Dulce Nombre. La cantera envidiable de Pilatos. El sensacional y
cuidado exorno del Cristo de la Caridad. El nutrido cortejo de la
Dolorosa de Santiago.
El
VIERNES SANTO es un día de dolor. Y no sólo por la muerte del
Salvador sino por la imagen de algunas de nuestras cofradías.
De
la mañana destaco positivamente el nutrido cortejo del Huerto y lo
bien que vi al paso revirar (no así andar para atrás en algunos
tramos). Es la hermandad más fuerte de este viernes. Y a mi
personalmente no me importaría nada verla procesionar en otra
jornada que pudiera ser más acorde para el misterio que representan.
Y
ya.
Es
así de triste pero no hay mucho más que destacar porque lo demás
son sombras. Podríamos fijarnos en el exorno de las Tres Cruces pero
nada más. Un páramo que exige soluciones, medidas y reacción desde
hace muchos años. Más adelante lo trataremos.
El
VIERNES SANTO brilla por el Cristo de la Piedad. Otro de los pasos
que mejor anda en nuestra Semana Santa. Pero no sólo eso. Tiene un
cortejo nutrido y ordenado. Que no se descompone a mitad de la
estación de penitencia.
Noté
una mejoría notable en el Descendimiento con la aparición de cirios
de respeto y servidores de librea. El cortejo escaso pero ordenado y
el paso andando bien. Enhorabuena.
Las
Angustias solo la ví salir y destacar su habitual buen exorno
floral.
Lo
del Santo Sepulcro es muy grave. En todos los órdenes. Y
desprestigia a los cofrades, a los fieles, público y la imagen de
una Semana Santa de Interés Turístico Nacional. Después de la
mejoría del año pasado vemos ésto. Muy triste.
La
Dolorosa de la Catedral es la bellísima estampa que pone fin a un
Viernes Santo en claroscuro cofrade (más oscuro que claro, por
desgracia, y no por las túnicas precisamente).
El
SÁBADO SANTO no pude presenciarlo este año. Pero lo he visto en los
medios y la hermandad de la Soledad sigue mejorando año a año. Con
un cortejo de bella factura, Unos pasos muy bien exornados y un
recorrido que debería estandarizarse desde San Pedro. Y a los que
critican el horario que se ofrezcan para el diálogo con las
estancias superiores,
El
DOMINGO DE RESURRECCIÓN sigue buscando imagen del Resucitado con
unción y de acorde a nuestra Semana Santa pero no a cualquier
precio.
PROBLEMAS Y SOLUCIONES
PROBLEMAS Y SOLUCIONES
Hasta
aquí el análisis. Y de forma general voy a señalar lo que, bajo mi
punto de vista, son los principales problemas y las soluciones
parejas.
1)
El PÉSIMO REPARTO de hermandades y cofradías en la Semana Santa. El
Jueves y el Viernes Santo concentran más de la mitad del, de por sí,
elevado número de cofradías.
Para
que algunas hermandades no se encuentren con esos problemas sería
muy beneficioso la reubicación en OTROS DÍAS. Esto es decisión de
los hermanos pero existen un par de casos de fácil solución y, al
menos en uno está abierto el debate.
Yo
desplazaría a la Oración en el Huerto al Miércoles Santo. Es una
hermandad fuerte que serviría de contrapunto a la Flagelación y
completaría un día con pocas hermandades en la calle. Además
gozaría de más autonomía que la que tiene el Viernes por la
mañana. Y ya si tuviesen otro recorrido, distinto al del Viernes mañana, sería maravilloso.
La
hermandad de la Virgen de la Misericordia para mi tiene dos opciones.
Una reubicarse el Lunes Santo en un horario temprano. Recuperar su
espíritu catequético y de hermandad infantil. Y tener un día para
ellos solos. La otra opción es la fusión con la Hermandad del
Nazareno.
La
liberación del Viernes por la mañana es la fundamental vista la
imagen. Con las otras tres cofradías yo avanzaría en su refundación como Hermandad del Santo Crucifijo de San Pedro.
Podría
reubicarse alguna hermandad del Jueves pero es más dificultoso.
2)
FUSIÓN de hermandades y cofradías. Es un tema más delicado que
colisiona con intereses personales (aunque no debería ser así).
Pero abiertamente y sin complejos se pueden plantear algunas como
Medinaceli y Esperanza, Nazareno y Misericordia, Longinos y Dolorosa
de Santiago o las ya referidas del Viernes Santo mañana.
3)
RECORRIDOS. En los últimos años se ha mejorado en este aspecto. En
una ciudad pequeña y, sobre todo, en las hermandades de centro es
absurdo pasar de las cuatro horas de recorrido. Incluso con tres es
suficiente. Hay más público en la calle, la gente se queda con
ganas de más, cuidando así el aspecto humano. Recorridos como el del
Nazareno el Domingo de Pasión, el de Las Penas o el de la Soledad
son los ejemplos a seguir.
4)
HORARIOS. Esto se refiere especialmente a la hermandad del Silencio
que languidece año a año. El espíritu fundacional no cambiaría si
la hermandad adelantase su salida a las doce o una de la madrugada y
recortase su recorrido hasta las 4 o 5 de la mañana. La afluencia de
túnicas sería mayor, así como de público.
5)
TIEMPOS DE PASO. Con los cortejos tan exiguos que hay, por lo
general, en Ciudad Real es absurdo que una cofradía con cuarenta
nazarenos y un paso tarde media hora en pasar. Las cofradías tienen
que discurrir y ni el lucimiento costalero, ni los excesivos saludos
a otras corporaciones, ni otras eventualidades deben hacer que la
cofradía se eternice en su paso.
6)
SUBVENCIONES. Las subvenciones de la Asociación de Cofradías deben
premiar a las cofradías que trabajan.
7)
LA DIGNIFICACIÓN DE LA FIGURA DEL NAZARENO. Yo soy costalero, lo he
sido durante más de quince años. Pero la figura del nazareno ha de
ser la central en el orden y desarrollo del cortejo. Y hay que
trabajar en dos sentidos: a) El cuidado de las túnicas y su orden y
b) enseñar al nazareno que la penitencia es anónima y la túnica
representa su advocación y a sus hermanos. Que los nazarenos vayan
al templo y vuelvan a su casa tapados. Que no frecuenten bares ni se
destapen por la calle. Esto es así de triste y hay ejemplos a
patadas.
Ahora
empieza el trabajo. Quiera Dios que todos reflexionemos y que
aportemos ideas que, como éstas, solo buscan la mejora de nuestra
Semana Santa para mayor gloria de Dios.