Dos reivindicaciones

Hoy ha sido un día más positivo que el de ayer, por todo lo que me amargó, que a su debido tiempo os enteraréis.
Y quiero hacer dos reivindicaciones.
La primera unirme a los padres de Marta del Castillo en su petición de un referéndum para la implantación de la CADENA PERPETUA. Es algo que desde mucho tiempo se debería haber instaurado en nuestro Código Penal (entre otros De Juana seguiría pudriéndose en la cárcel). Es una cuestión básica de JUSTICIA, justicia para aquellos que han de recibirla, para aquellos que necesitan un consuelo, una garantía de que el mal que tan fuerte les golpeó no lo volverá a hacer. Ni a ellos, ni a otros. Hay que saber perdonar pero también hay que exigir justicia y ayudar a quien más lo necesita. Y en este país de pandereta a quién primero olvidamos es a las VÍCTIMAS, sus derechos, sus sufrimientos, sus necesidades, sus vidas rotas.



La segunda es una reivindicación más banal pero en mi día a día es una novedad y es alegre. Por fín me he cambiado a LINUX, exactamente a la distro de MOLINUX.
Ya sabéis los cercanos que ya había coqueteado con Ubuntu y que Molinux ya lo tenía particionado en mi portátil y en el de la Junta para docentes, pero no había logrado solucionar el problema de la conexión a internet con el módem inalámbrico de Vodafone. Pues bien, hoy después de acumular mucha ilusión y también bastante trabajo os escribo desde la última versión de Molinux (la 4.2 Toboso) y conectado con mi módem Vodafone inalámbrico. Dejaré Windows en una partición para echarme alguna partidilla al Battlefield 1942 y poco más. Paso de que el PC se cuelgue cada dos por tres con el puñetero explorer, que el Windows Media Player se cuelgue por un error inesperado o que la velocidad sea la de una tortuga reumática. De verdad os lo digo, es cuestión de acostumbrarse pero con Linux no pasan esas cosas y, además, es SOFTWARE LIBRE