La Semana Santa en Ciudad Real y otras localidades de la región castellanomanchega se ha ido convirtiendo en la mayor expresión de fe popular, en una gran manifestación cultural y en una de las más importantes tradiciones seculares. Además, es una de las señas de identidad propias y singulares del pueblo español. Entroncada con sus raíces cristianas y que mueve importantes intereses, así como una diversificada economía productiva.
Este progresivo crecimientos se ha producido con la creciente incorporación de nuevas generaciones a esta celebración. Pues bien, el gobierno regional abandona el hasta ahora vigente modelo de vacaciones durante la Semana Santa para adoptar la Semana de Pascua como semana de descanso. De esta forma se dificulta la incorporación de parte de la infancia y juventud a días de la fiesta y de cofradías en las calles (Domingo de Ramos, Lunes Santo y Martes Santo) y carecen de importancia las gestiones de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real puesto que la Semana Santa como tal se mutila y se obvia su importancia en localidades como Ciudad Real o Cuenca. Es de esperar que la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha muestre mucho mayor interés y diligencia en conservar las tradiciones de Toledo que las de una inmensa mayoría de ciudadanos de esta región. Ciudadanos que progresivamente se sienten incómodos en un ente político ineficaz y parcial.
Otra vuelta de tuerca del Partido Popular en contra de las tradiciones populares. En este caso la mayor manifestación popular de fe cristiana.
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