viernes, 21 de agosto de 2009

Fuera se dan cuenta

El diario británico Financial Times ha señalado en un artículo publicado este miércoles que ‘la crisis económica ha ayudado a revelar el alto coste -para empresas y contribuyentes- que ha generado la descentralización española y las múltiples burocracias regionales y locales‘.

Según el prestigioso rotativo, este coste estaba ‘anteriormente oscurecido por la cantidad de dinero procedente de los impuestos inmobiliarios durante el boom de la vivienda‘.

El artículo, firmado por Victor Mallet, insiste en que ‘el Gobierno socialista de España necesita urgentemente reducir el gasto para detener el creciente déficit presupuestario que este año superará el 10% del PIB, pero se está encontrando un margen de maniobra muy limitado por la estructura regional del país‘.

Y recuerda que ‘las regiones absorben alrededor de la mitad del gasto público total. Otro 30% del presupuesto se destina a pagos no discrecionales de la seguridad social, dejando solo alrededor de una quinta parte de los gastos bajo control directo del Gobierno central’.

Financial Times menciona las tensiones entre el Gobierno central y las regiones, a pesar del ‘notable alcance de las competencias descentralizadas en paz durante los últimos 30 años’, y vaticina que ‘una combinación entre la necesidad económica y el cansancio público de los políticos nacionalistas puede estar haciendo cambiar la tendencia a favor de los unionistas españoles’, en referencia a los recientes resultados electorales en Galicia y País Vasco.

La salida de los nacionalistas de estos gobiernos, ‘complacerá a los inversores irritados por las regulaciones regionales‘, añade. Y cita que ‘anunciantes y cadenas hoteleras se encuentran entre los que se quejan de la diversidad de normas que se aplican en toda España’.

El diario británico concluye que ‘por primera vez en años, hay indicios de que el proceso de descentralización se podría estancar o incluso revertir’, especialmente si el PP gana las elecciones generales de 2012. Aunque recuerda que el PP también ha alentado y disfrutado de la abundancia financiera fruto de la descentralización, en las regiones donde ha gobernado, y que los nacionalistas no abandonarán fácilmente el terreno ganado durante décadas.

4 comentarios:

  1. El proceso autonómico no es una descentralización, sino una recentralización. Se pasa de un estado centralizado a 17 mini-estados centralizados solo unidos por la corona. Después ya ni eso. El estado de las autonomías es imposible de revertir, simplemente algún día estallará y entonces nadie podrá decir que qué acierto el de la Transición de taifizar España.

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  2. Creo que más bien es un proceso de confederalización, con la aquiescencia de la Corona y haciendo de la esencia de la constitución papel mojado. En ésta se contempla al pueblo español como único depositario de la soberanía nacional. Los diferentes estatutos de autonomía, la cesión de ciertas competencias y la ruptura de la unidad de mercado de espaldas al último depositario de esa soberanía ponen de manifiesto que en la clase política actual se ha interiorizado la idea de España como estado federal donde ciertas "naciones preexistentes" ceden voluntariamente parte de sus competencias al estado central lo cual es un error craso y del cual seguimos pagando tanto los gastos económicos como políticos, sociales, culturales, etc.

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  3. Sí, es un proceso de confederalización, no de federalización. Son cosas muy distintas, una confederación es una unión internacional de estados soberanos; en una federación solo hay una nación y una única soberanía. Para hablar de estado federal no se necesita que existan estados preexistentes que deleguen competencias a un órgano central (eso es más bien una confederación), basta con que haya entidades territoriales infranacionales que tengan un gobierno y un parlamento propio y una serie de competencias constitucionalmente garantizadas. Es decir, el estado autonómico es, tal como lo diseña la constitución, como mínimo un estado federal asimétrico (unas regiones tienen más poder que otras). El problema no se queda ahí. El problema es que la propia constitución dice que dentro de la nación española hay "nacionalidades", y que dentro del pueblo español hay a su vez distintos pueblos, como el vasco o el catalán. Y el problema también es que la constitución permite que ciertas regiones se conviertan en estados independientes de facto.

    Así, el art. 150.2 de la constitución es uno de los artículos constitucionales que deja en papel mojado la propia constitución diciendo que cualquier competencia del estado puede ser cedida a las autonomías, sin límites. Es decir, que si ZP quiere, mañana hace una ley orgánica que permita a la generalidad tener su propio código penal, o bien una ley orgánica cediendo una parte del ejército a Cataluña. Y es que lo peor de todo no es que el estatuto catalán sea constitucional (que lo es), lo triste es que se podía haber ido mucho más lejos y seguiría siendo constitucional. Eso de que la soberanía reside en el pueblo español es uno de los muchos preceptos constitucionales que la propia constitución deja sin efecto.

    Por eso nadie que se haya leído la constitución del 78 y la haya entendido puede extrañarse de lo que está sucediendo. Todo esto es consecuencia directa de la sacrosanta Transición que tantos glorifican. Y es que la transición se basó en que los franquistas reciclados de la UCD, con Suárez a la cabeza, les entregaron el estado a los nazionanistas y a los socialistas con tal de que éstos aceptaran la corona. Y aceptaron encantados.

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  4. Exacto, me refería a estado confederal.
    Completamente de acuerdo con tu análisis.

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