¿Por qué he ido al chino de la esquina a atiborrarme de chuches y picapicas?
¿Por qué a las 12 de un viernes escribo una entrada en el blog?
¿Por qué la gente va a su bola?
¿Para qué sirve un móvil sino se contestan ni los sms de los amigos?
Es triste responder a estas preguntas, es triste encontrar la respuesta que ya todos sabéis.
A veces no queda otro camino que andar y se irá haciendo el camino, poco a poco, sin estridencia ni extraños virajes todo cogerá un rumbo nuevo, mejor, más pulido. Os espero allí a los que tengáis tiempo para charlar sin prisas con un amigo...
Un abrazo
Algunas veces los amigos están al otro lado del teléfono, basta una llamada para tenerlos cerca... A ver si nos aplicamos el cuento!!!
ResponderEliminarBesos pelón!!
Jajajaja. Ya lo sé y sabes que en todo esto tu eres la buena del cuento jo, pero a veces solo te apetece sumirte en el olvido. Por cierto a lo mejor voy hoy a Tomeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarmmmmmmmm...
ResponderEliminarCuenta con ello...
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